A veces amanece y no sé por dónde empezar, pero empiezo, a veces creo que lo puedo todo y caigo me doy cuanta cuan frágil soy, a veces no le doy importancia a lo que es importante para el común y pasan años siendo una convicción, y de pronto el amor tumba todo y te importa más que nunca más que antes, mucho más que haber nacido.
A veces no esperas y cree que todo te será difícil, y allí está la vida regalándote cosas, puedo conocer mi mal y mi bien puedo tocarlos, verlos, escucharlos, puedo saberlos mezclados y lo increíble de todo este caso serlo. En todo este silencio hay un gran ruido hay un llanto de alma de asuntos pendientes.
Y justo al finalizar el día apareces, en total anonimato, igual mi alma sabe quién eres y entre letras intercambiadas el fenómeno de presentirse de saberse, de hablarse en sueños. Ruego la libertad, el desapego total, el dejar ir y seguir en camino espiralados hacia el amor verdadero, sin apegos caminando.
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