Sunday, April 3, 2011

OTRO


Me vuelvo suelo…
Y veo que respiro, tengo varios cuerpos,  puedo ser de diferente color, a veces me entrego con facilidad, eso cuando joven y al pasar el tiempo me endurezco, dentro de mi hay muchos otros y otras de formas y colores que me aportan y me extraen líquidos y gases, sobre mi cae todo el peso de lo vivo y lo muerto a veces lo preservo, puedo hacer que crezcan pequeños granos del señor árbol y él señor árbol tiene hijos; es decir me embaraza…
si soy su mujer en este caso, mis hijos dejan de ser hijos y se convierten en compañeros cuando crecen y cuando cambian de hojas me regalan una capa de fresco alimento y me abrigan del sol así me enamoran y sin ningún problema me vuelven a lanzar sus semillas y vuelvo a tener hijos así todos los años, sobre mi también hay “Otros” que caminan a veces yo los recubro y en ese momento me cambian el nombre y me dicen cueva o madriguera, otros más pequeños que me hacen cosquillas con sus podos, hacen túneles dentro de mi eso me gusta me traen alimento que se descompone y a cambio ellos se reproducen, parece que mi destino ha sido ser una barriga, otra como el agua que compartimos funciones, soy su hombre ella me acaricia a veces dentro de mi o por encima, me regala un frescor.
Pero existen los “OTROS” cuando los conocí me pedían permiso y me trataban mejor pero ahora no los reconozco, esos no se identifican, me cortan a mis esposos, se llevan a los que caminan sobre mi, me hacen huecos sin dejar nada a cambio, me secan, sacan mi corazón le colocan el nombre de mineral, se llevan mis piedras brillantes me echan algo que hace que todos los otros y otras de formas y colores mueran antes de tiempo, cada vez existo menos no puedo tener hijos le hago daño a agua sedimentándola, me han prostituido, me da pena con agua y aire tener que hacerles daño sin querer, ya cuando respiro les doy mal. No sé qué hacer, creo que debo volver a temblar.

Me vuelvo agua…

Respiro,  no solo eso… me vuelvo vapor al respirar, puedo ser liquida tocable, gas intocable o eso parece, hembra cuando corro por el señor suelo, hombre cuando vuelo por los vientos en el cielo, tengo diferentes colores tamaños y componentes dependiendo de quién me moldea es decir suelo sin tiempo, rocas con milenios, a veces reposo muy a lo interno de él, dentro de mi en las afuera en contacto con el aire viven muchos otros y otras que dependen de mi existencia soy madre de sal y madre de dulce en ambas prolifera la vida misma fui la primera mujer que doy origen a todo lo que existe, mis hijos diversos, puedo ser fría solida y compartir profundidades y alturas, a veces el señor suelo me regala unas vistas sorprendentes colocándome en sus picos más altos y justo hay soy nieve, igual sigo siendo agua, todos los otros que se encuentran fuera de mi me buscan y me toman estoy dentro de todos los otros…
Estamos conectados, a veces cuando soy aire juego con las copas de los árboles y aparezco como rocío, y los otros que vuelan también son ellos los que juegan conmigo a veces los veo como buscan sus alimento dentro de los territorios donde tantos árboles se hacen llamar bosque o selvas entonces estoy arriba como abajo y dentro como fuera de todos.
Pero hay otros que estando yo dentro de ellos,  no me recuerdan me borraron de su memoria y ahora posan sobre mi grandes estructura de metal con líquidos diferente a mi composición, me quitan oxigeno matan a mis hijos, a veces me lanzan sólidos extraños que caen en lo profundo y encuentro que cambian mi química, matando el origen es decir el ombligo del cual todos nacieron a veces los veo persiguiendo a mis hijos los sacan de mi, ellos mueren, a veces los veo reír cuando yo me lleno de sangre. No se que hacer he tenido que faltarle al respeto a los hijos que me quedan volviéndolos estériles, secando corales desapareciendo especies, y como también estoy en los aires modifico a los otros del cielo, me han obligado a cambiar mi formas de caer de nuevo, a veces no puedo ni caer, le pido disculpa a suelo que me necesita él se seca, no pedí estar contaminada no se que hacer. Quizás deba volver a empezar de nuevo, hablaré con suelo para que se encienda otra vez. Estos otros nos llevan a llamar al  que nació conmigo el señor calor sólido-líquido que se encuentra durmiendo muy debajo de el señor suelo. 



Me vuelvo Sierra

Yo nací gracias a suelo y agua, me dicen, bosque, selva, montaña, sabanas y Sierra, dentro de sí todo lo que me formo más el tiempo y el movimiento. Cada árbol soy yo y cada uno de ellos son diferentes por eso tengo varios colores al año, hacen que suelo sea diferente y le dan formas de caer a agua totalmente maravillosas, agua le gusta mucho sentir que cae, cuando soy montaña y le gusta la paz cuando la llevo tranquila entre ríos y causes livianos ribereños, soy todo lo que crece de suelo, en mi hay muchos otros, otros que ya no son árboles, otros que no son pequeños de muchos pies o grandes de cuatro pies, hay otros que han creado calor al aire y le llaman fuego, dentro de mi hay semillas especiales que los alimentan,  ellos las toman y le dicen a suelo que las haga crecer y me elevo, estos otros no se parecen a nosotros se mueven en dos pies, pero nos hablan y creen en nosotros.
Pero  hay otros que se parecen a ellos, que no sabemos que les paso, me cortan lo que soy me llaman madera útil, acabaron con mi corazón llamado caucho, mataron a los que les doy hogar los que vuelan y los que duermen en mi, han construido sin pensar en mi padre, estructuras para ellos entrar y vivir, me echan sólidos que maltrata a los demás otros. No los entiendo, para mostrar ellos preocupación a veces me llaman parque nacional o zona protectora, yo no tengo frontera igual que agua y suelo soy todo y yo estoy dentro de ellos, pero me ignoran. No sé qué hacer ahora matan a los otros que son ellos pero de otro color, pero que me creían, es decir no se respetan entre ellos, los otros.

Me vuelvo hombre

Yo nací de una igual que yo, a la que llamo madre, vivo en cómodas ciudades crecí en épocas  a lo que se llamaba “el gran progreso y desarrollo” y aun sigo en ello, tratando de destruir lo menos posible en lo que me vuelvo, reconociendo al otro mirándolo sin juicios sin más y menos que mi elemento álter, sigo amando aun cuando me mostraron a ese dios dentro de un ministerio, ministerio al que no pertenezco ni deseo pertenecer, pues soy mujer de ciencia, de tabla periódica, de naturaleza y de manzanas como Eva, escuchando en el silencio.
Por : Milena Frontado.

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